Fin del mundo

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martes, 15 de diciembre de 2009

Riesgo del embarazo

Ser madre a temprana edad no es solo un problema social, económica y familiar, sino también médico. Una joven y adolescente que no ha llegado al tope de su desarrollo físico tiene mayores probabilidades de presentar complicaciones durante la gestación y el parto.
El embarazo en la adolescencia es casi sinónimo de morbilidad y mortalidad tanto para la madre debido a problemas tales como anemia grave, toxemia (hipertensión inducida por el embarazo), placenta previa (la placenta crece más abajo del útero y cubre parte o todo el cuello uterino) o un embarazo prematuro.
En cuanto al bebé, éste tiene de 2 a 6 posibilidades más a nacer con un peso más bajo que el de una madre mayor de 20 años debido a la prematures y al retraso del cuello intrauterino, que hace que el feto no se pueda desarrollar de manera normal.
Otro factor de riesgo durante la concepción en la adolescencia es la propensión de las jovencitas a conductas no saludables, lo que puede incrementar las posibilidades del bebé a morir durante el primer año de vida. Por ello, el cuidado y el control prenatal son vitales en las madres adolescentes.
En la mayoría de los casos, porque genera un conflicto que se establece entre ser madre o padre y al mismo tiempo continuar siendo adolescente, casi siempre menor de edad, que necesita ser educado y controlado por los padres.
El embarazo en la adolescencia también provoca el abandono de los estudios, ya que cuando las chicas adolescentes quedan embarazadas deben asumir responsabilidades muy tempranas de madres que, por lo general, no pueden compartir con el estudio, o se les dificulta notablemente por lo que optan por tener a sus bebés y abandonar la escuela. La decisión hipoteca la vida de la joven para siempre, condenada a un presente de niña madre y un futuro con pocas expectativas profesionales y económicas. Otro agravante es que el padre adolescente en general no asume la responsabilidad paterna y los bebés al final se quedan con la madre. El cuerpo de una niña adolescente no está preparado para un embarazo lo que genera entre las jóvenes unos mayores índices de mortalidad materna, que consideran las muertes de mujeres durante el embarazo o hasta 42 días después de parto. En los países desarrollados se trata de un indicador que ronda un caso de cada mil, pero el promedio aumenta en países del tercer mundo, como Argentina, donde hay 4 muertes por cada mil partos. Todos los especialistas sostienen que la mayoría de estas muertes son causadas hemorragia materna, infecciones, complicaciones del aborto e hipertensión.








Maternidad y paternidad responsable en la adolescencia






Cuando una pareja recibe la noticia de su maternidad y paternidad, y ambos comparten amor, apoyo mutuo, estabilidad emocional, económica y, especialmente la decisión consciente de lo que implica ser madres y padres, entonces su responsabilidad se vuelve grata. Pero si aun no cuentan con la suficiente madurez física y emocional, ni tampoco con la solvencia económica necesaria para encarar esta situación, será difícil asumir este papel de manera responsable.
¿La responsabilidad debe ser individual o compartida?
Cuando una adolescente queda embarazada y decide asumir su maternidad, corre el riesgo de llevar sola la responsabilidad, pues algunos jóvenes, en lugar de afrontar las consecuencias junta con la chica, huyen y evaden cualquier compromiso.
La vida de una madre adolescente cambia radicalmente: le corresponde asumir labores como atender a su bebe, lavar la ropa, prepararle comida, amamantarlo, etc., y esta situación puede resultar más complicada si es expulsada del hogar, lo cual puede ocurrir.
Por otro lado le toca modificar su proyecto de vida e, incluso, puede llegar a tener que renunciar a sus sueños: ser profesional, viajar o, simplemente, disfrutar de su juventud.
Afortunadamente, en los casos en que la familia apoya a la madre adolescente, el proceso de la maternidad y sus consecuencias son más llevaderos. A veces, si la pareja de adolescentes que concibió se mantiene unida, es obligada a casarse o a vivir junta, lo cual puede acarrear otras consecuencias como la necesidad de que el varón trabaje para mantener a la pareja. De cualquier modo, es muy importante que los miembros de la pareja asuman juntos la responsabilidad del embarazo, no solo porque los involucra a ambos, sino porque este apoyo mutuo influirá positivamente en la formación de él o la bebe.
Traer un hijo o una hija al mundo es un hecho muy hermoso pero debe ocurrir en el momento más adecuado, cuando se esté en la capacidad de brindarle todo lo que se merece, tanto en el aspecto material como en lo emocional.
Causas de un embarazo en la adolescencia:• Falta de información sobre la prevención de embarazos no planificados ni esperados.• Mal uso o no utilización de métodos anticonceptivos modernos.• Carencia de servicios de atención y orientación adecuados a nuestras necesidades.• Falta de acceso a la educación sexual• Desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos
Consecuencias de un embarazo en la adolescencia• Consecuencias físicas: alto riesgo para la mamá de presentar abortos, anemias, partos prematuros, difíciles o complicados, mayor frecuencia de infecciones, etc. De igual modo pueden presentarse complicaciones para el bebe o la bebe, como deficiencias de crecimiento, bajo peso al nacer, nacimiento prematuro. Necesidades mentales especiales e incluso mortalidad.• Consecuencias psicológicas: tanto para la mamá como para el papá, un embarazo no deseado puede generar baja autoestima; depresión por el rechazo de la familia, de la pareja o del entorno; sentimiento de incapacidad para lograr el cumplimiento de las metas; temor de asumir las responsabilidades que implican la maternidad o la paternidad.• Consecuencias socioculturales: Separación de las familias y, si fuera el caso, necesidad de autoabastecimiento económico, imposibilidad para completar los estudios escolares, lo que deriva en poca preparación para la incorporación en el ambiente laboral; mas riesgo de separaciones frecuentes de las parejas.
En Venezuela existe un alto índice de embarazos en la adolescencia, situación que coloca a nuestro país en el primer lugar en la lista de países de América latina que presentan esta situación. Esto ha llevado a considerar al embarazo en adolescentes como un problema de salud pública.
Generalmente, en Venezuela el embarazo en adolescentes y sus riesgos están asociados con las clases sociales de bajos recursos económicos, por ser quienes tienen menor acceso a una educación sexual adecuada así como a los servicios asistenciales de salud sexual y reproductiva y a una atención médica apropiada. Sin embargo es un asunto de salud pública que nos atañe a todas y a todos por igual, pues el riesgo es a nivel nacional y la responsabilidad de atender la solución a este problema debemos asumirla en la sociedad.
La educación sexual es un derecho que debe ser ejercido a todo nivel, con justicia y equidad.
Para mayor información visitar
http://www.prosalud.org.ve/

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